La publicidad es un mecanismo promocional que, antes o después, todas las empresas están obligadas a utilizar.
Por ello, para que la inversión publicitaria que la empresa aplique sea aprovechada adecuadamente, es necesario crear nuevas formas de comunicar sus mensajes al cliente, pues los compradores se terminan cansando de cierto tipo de fórmulas que se repiten una y otra vez del tipo: “mi detergente lava más limpio que el tuyo”, "somos los líderes de este mercado", etc., etc.
Esas nuevas formas de comunicar deben ser creativas e innovadoras, deben situarse junto al consumidor, despertarle emociones y al mismo tiempo hacerles pensar en nuestro producto o servicio y en nuestra empresa. Si lo conseguimos, habremos llegado mucho más lejos que nuestros competidores: el potencial cliente estará más cerca de nosotros que de ellos.
Existe precisamente un tipo de marketing que se ubica dentro de estos parámetros, y aunque en nuestro país apenas ha sido utilizado, es una herramienta con larga trayectoria en otros y, por supuesto, muy útil en muchos casos, se trata del Marketing de Animación.
Pero… ¿En qué consiste el marketing de animación?
Es muy sencillo, se trata de un tipo de publicidad audiovisual que utiliza recursos de comunicación interactiva que van desde crear un personaje de los que conocemos como "dibujos animados" al que integraremos en nuestra publicidad como un personaje identificatorio que hará lo que nosotros queramos que haga, hasta contar una historia o un relato que impacte, sorprenda o entretenga al comprador potencial al mismo tiempo que lo informa sobre nuestro producto, nuestro servicio o nuestra empresa.
¿Quién puede utilizar este tipo de marketing?
Hay muchos tipos de empresas que pueden utilizarlo, en realidad muchas más de las que pudiéramos imaginar. Puede tratarse de agencias de viajes, de comercios de electrodomésticos o productos digitales, de hoteles, de supermercados, etc. y , también, por ejemplo, de empresas industriales del tipo "empresa a empresa" (B2B). En cada caso hay que analizar las posibilidades para respetar la identidad de la empresa y de sus productos o servicios.
Para aplicar el marketing de animación es fundamental la idea creativa subyacente: qué quiero contar y de qué manera se vinculará ese relato con tal producto o tal servicio de la empresa. Esa idea deberá luego plasmarse en un storyboard que detalle las escenas y eventos que se sucederán en la historia o relato.
Con estos métodos de marketing y comunicación salimos de lo convencional y el cliente asocia nuestra marca con algo innovador, entretenido y con un mensaje positivo.
Ya no hay dudas de que es necesario diferenciarse claramente de la competencia y penetrar en la mente del consumidor dejando una huella que le haga recordar nuestra marca o nuestro producto y el Marketing de Animación es una estrategia muy eficaz que pocas pequeñas o medianas empresas aprovechan hoy.
¿Será su empresa quién finalmente lo haga? El futuro inmediato pertenece a las pequeñas y medianas empresas que decidan hacer cosas diferentes.