En la realidad empresarial argentina, la penetración de Internet y de sus tecnologías y herramientas ha aumentado en los últimos tiempos, pero todavía no podemos calificar la situación de positiva.
Sin embargo, tampoco hay que caer en el desánimo de pensar que las promesas sobre el papel de Internet en las empresas nunca lleguen a cumplirse porque, como la historia lo muestra, la incorporación de cualquier nueva tecnología (basta pensar en la imprenta o la máquina a vapor) ha sido siempre un proceso que requiere su tiempo para alcanzar el punto de integración en la cultura cotidiana de las organizaciones.
El tiempo va colocando cada cosa en su lugar; Internet está comenzando a superar ese filtro inicial en el que, o bien los deseos y sueños se ponen por encima de las realidades existentes; o bien se toma la postura opuesta del péndulo, en que se piensa que la innovación tecnológica de nada sirve.
También es verdad que pese a la superación de ese primer filtro, las empresas argentinas aún andan un tanto perdidas con el tema, sobre todo si comparamos su actitud con la asumida por los propios usuarios, que se han incorporado a Internet y a las nuevas tecnologías con mayor rapidez que las propias organizaciones a las que muchas veces pertenecen.
A las empresas todavía les cuesta convencerse de efectuar la inversión que supone tecnificar el negocio, aunque miles de estudios sobre el tema demuestran el hecho de que el ROI (retorno de la inversión) es prácticamente seguro, así como el aumento de las posibilidades empresariales.
¿Cuál es el problema para que mejore el papel de Internet y sus tecnologías?
Presentando los conceptos en una síntesis apretada, podemos decir que, en nuestra práctica profesional como productores web y multimedia, verificamos que los principales obstáculos son:
1. Desconocimiento:
Existe desconocimiento tanto de lo que realmente es Internet, como de lo que no es Internet (Internet es un medio, no un fin en sí mismo). Este desconocimiento se manifiesta en aspectos puntuales, tales como:
Desconocimiento de las herramientas que conlleva Internet (desde el navegador y el servidor hasta los administradores de contenidos y otros módulos de tipo back-office).
Desconocimiento de las finalidades y objetivos específicos que puede tener un Sitio Web, de cómo deben redactarse los contenidos digitales, de cuáles son las herramientas de interacción con el usuario tanto externo e interno que deben incorporarse en las páginas.
Desconocimiento de cómo dar especificaciones a los desarrolladores, tanto conceptuales (cómo enfocar el negocio en Internet, aspectos de marketing y comunicación, atención al cliente, etc.) como técnicas (tipo de servidor, lenguaje de programación, etc.)
Desconocimiento de la utilidad, características e importancia del e-mail marketing, del posicionamiento en buscadores o de la publicidad web.
Desconocimiento de las diversas posibilidades de Internet.
2. Resistencia al cambio o pereza tecnológica.
Este es un obstáculo basado en una concepción general o "visión" del empresario, que pueden sintetizarse en dos frases puntuales:
"Si me va bien como estoy, ¿para qué meter en mi empresa estas cosas nuevas?"
"A estas alturas de mi vida empresarial, ¿qué sentido tiene esforzarme para aprender algo nuevo?"
3. Falsas ideas-mitos tecnológicos
"Es una pérdida de tiempo". Muchas empresas no quieren dedicar tiempo a la implementación de la tecnología de Internet, puesto que no logran ver que el tiempo que le dedican es el que posteriormente les permitirá ahorrar mucho más tiempo que el utilizado. Otras empresas sólo quieren usar su tiempo en lo que es la venta al cliente, en estos casos no logran percibir que la incorporación de la tecnología de Internet (debido a los cambios en el mundo empresarial actual) facilita la realización de las ventas, reduce las diferencias estructurales con sus competidores y les permite alcanzar a nuevos clientes.
"Es un elevado gasto". Resulta sorprendente cómo ciertas empresas gastan enormes cantidades de dinero en publicidad en medios y soportes gráficos, mientras que piensan diez veces antes de encargar a profesionales el desarrollo de un Sitio Web eficaz, o contratar su posicionamiento en Internet, que, paradójicamente, llega a mucha más gente y les cuesta alrededor de veinte veces menos que la inversión en otros medios.
"Ya las tengo". Muchos empresarios ya se han decidido por Internet y sus tecnologías vinculadas, pero de forma equivocada. Dejan la imagen de su empresa y las posibilidades de negocio en la Web a personas no profesionales, que desconocen el medio y que trabajan (quizás con buenas intenciones) pero sin aciertos. Contar con un Sitio Web de cinco páginas iguales a los de otras empresas con la ya desgastada estructura informativa de "inicio, empresa, productos, clientes, contactos" o bien, publicar un Sitio Web más extenso pero sin orden ni concierto no es estar en Internet; es en realidad como tirar piedras contra los vidrios del ventanal de nuestra empresa. La máxima fundamental para Internet en este punto es: "mejor no dar ninguna imagen, que darla mal".
¿Cómo usar Internet en la empresa para potenciar la competitividad?
Veamos algunas ideas que ilustran claramente cuáles pueden ser los roles o funciones que puede cumplir Internet (con sus tecnologías y herramientas vinculadas) en la empresa, a la hora de favorecer la productividad, la competitividad y la innovación organizacional:
Rol Actual en Argentina: